Organizando la esperanza desde nuestra...
Corporación QUEÑUA como mezcla de utopías, de gente linda, de romanticismo y de trabajo comunitario hecho acción, acción con propósito de cambio…
Entrevista realizada a Silvana Durán Ciña, socia fundadora de la Corporación QUEÑUA, reconocida trabajadora comunitaria y educadora popular de la ciudad de Arica.
¿Qué es el QUEÑUA y cuáles fueron las motivaciones principales que llevaron a formar la Corporación?.
Bueno, vamos hablar de lo formal, el QUEÑUA es una Corporación de derecho privado sin fines de lucro, se forma como muchas instituciones se forman. Pero la diferencia está a partir de las personas que se forman, yo creo que esa es la distinción que nosotros hemos encontrado acá en Arica.
El QUEÑUA se constituye a partir de las voluntades de personas que de cierta manera estaban vinculadas al mundo del trabajo comunitario, pero que al mismo tiempo no tenían roles protagónicos porque como educadores populares no teníamos las capacitaciones formales que se requieren en la dinámica institucional gubernamental, que exige títulos y una serie de requisitos formales. En ese entonces había gente que venia de distintas corporaciones de distintas ganas de propuestas comunitarias, pero que en sí sentíamos que no había sido valorado el aporte de cada uno en ese entonces. Me refiero, más o menos al período del 2000 al 2005.
Teníamos vivencias durante los años de dictadura de gran participación comunitaria social, pero que habíamos quedado al margen de cierta manera en los procesos de toma de decisiones dentro de las corporaciones. Estas corporaciones que se formaban también con la misma propuesta sin fines de lucro, etc. Que tenía mucha coincidencia con lo que nosotros planteábamos pero no se materializaba en algo real. Es decir, que definitivamente se respetaran a las personas, que los trabajadores comunitarios también éramos parte del proceso de cambio y que no éramos meros instrumentos, sí instrumentos para el cambio, pero no instrumentalizarnos.
Yo creo que lo que estábamos buscando era un espacio en sociedad, un espacio para decir nuestras verdades, compartir nuestros sueños y para ir materializando las utopías que siempre nos han caracterizado. Esas personas fueron las que se unieron frente a esta propuesta QUEÑUA, por ahí cerca del 2001-2002 cuando comenzábamos a dar los primeros esquemas de una institución que no permitiera repetir los mismo esquemas ya dados, sino que pudiéramos centrar el acento en el ser humano. Y eso cuesta, es como pasar desde el discurso a lo real, de los sueños a que efectivamente que se respeten a las personas. Yo siempre he privilegiado el trabajo de equipo entendido así, no lo veo desde otra manera. Creo que cuando nos fuimos encontrando, éramos trabajadores comunitarios de distintas instituciones que habíamos vivido de cierta manera aspectos traumáticos en estas instituciones, pero que queríamos igual articularnos y queríamos igual soñando juntos en esta nueva propuesta, así se gesta el QUEÑUA. Y quizás por eso mismo cuando nosotros empezamos a buscar nombres o comenzamos a simbolizar este nombre de institución, tenia que tener como varios elementos. La Corporación QUEÑUA se llama Centro de Promoción e Integración Socio Cultural. Integración está entendida como inclusión de todas las personas; Centro de Promoción porque nosotros queremos promover a los seres humanos, es decir, a las comunidades sin distinción de raza, sexo, condición, como lo que dice los derechos humanos la 1ª declaración. Y Socio Cultural porque no se puede pensar en un cambio sin los componentes sociales y culturales.
¿Qué es QUEÑUA?
Para los que no conocen lo que es el QUEÑUA o el árbol QUEÑUA, es un árbol que crece al interior de Arica, sobre los 3.500 metros sobre el nivel del mar, por ahí por Putre hacia arriba, en la cual tiene una característica de la zona norte, de esta zona especialmente andina y el árbol crece ante las adversidades climáticas, en esta oscilación térmica, en la cual este árbol va tomando forma, porque se va retorciendo producto del frío y del calor. Pero al mismo tiempo que se va retorciendo como girando en su propio eje, va tomando forma artística. La QUEÑUA es un árbol que esta protegido por la CONAF, es un árbol que tienen propiedades curativas, y también sirve de combustible para el mundo andino. Hablar de QUEÑUA es que todos de alguna otra manera venimos de procesos difíciles, dificultosos, dolorosos, pero hemos sido resilientes, hemos sabido luchar frente la adversidad, yo creo que eso hace la diferencia que tenemos en el QUEÑUA, mientras se mantenga la mística, al mística se construye entre todos, difícil a veces expresarlo, pero vivirlo es el proceso que invitamos a la gente hacer esta construcción social, a querer, hablar desde las verdades, aunque sean dolorosas, a soñar juntos y en lo cotidiano, todos los días el hacer bien las cosas que cuestan, porque el hacer bien las cosas para el sistema imperante es cumplir metas, es cumplir lo establecido por el orden que dice lo que hay que hacer, para nosotros hacer bien las cosas es instalar procesos, construir redes, estar con el otro y caminar con el otro, es el respeto.
En definitiva el QUEÑUA es una mezcla de utopías, de gente linda muy linda, de romanticismo y de trabajo comunitario hecha acción, acción con propósito de cambio. Y ahí nos jugamos todos, porque yo creo que quienes se han ido incorporando en este proceso, porque hemos pasado como por dos procesos, por un lado los que fueron los fundadores del QUEÑUA y la otra etapa muy linda es quienes se han ido incorporando ya en estés proceso consciente de hacer institución y ahí han aparecido nuevos autores y actoras de transformación, agentes de cambio como dice el Bond, y ha sido muy lindo porque ha implicado que la gente se incorporo inmediatamente a trabajar. Quizás por eso cuando aparece la Karen con la propuesta del MOVER calzaba plenamente con lo que nosotros queríamos hacer y ya la gente estaba involucrada. No somos muchos en términos de masa, hay gente que se ha ido vinculando al Queñua, muchos amigos del QUEÑUA y cariño a la Corporación, con mucho cariño y respeto por lo que hacemos, creo que esa es la mística que hemos generado y ha sido un proceso pleno, yo creo que en mi vida había soñado algo que fuera materializado de esta manera y sobre todo porque ya no siento el peso del QUEÑUA como responsabilidad personal sino que de un colectivo de personas que siente que es propio y eso lo hace mas interesante y mucho mas esperanzador porque es compartido. Mi cansancio que otros descansa, es el cansancio de un objetivo mayor que es el descanso de los más humildes, los más sencillos como dijo el David Ordenes.
Cuáles son los planteamientos y objetivos del QUEÑUA
Uff eso no es fácil decirlo, como decía miguel aun estamos construyendo la misión y visión institucional. Dentro de la etapa de desarrollo grupo, creo que todavía estamos en la etapa adolescente, estamos en ese proceso que queremos ir definiendo los caminos mientras tanto hemos de acuerdo los estatutos de la corporación, que fueron bien amplios, incorporamos protección, prevención, tratamiento en las áreas psicosociales, medioambientales, salud, medicina alternativa, educación, alfabetización o desarrollo de espacios para las personas que no han terminado su enseñanza básica o media, alguna comunidad terapéutica, alguna biblioteca popular, una escuela sindical. En realidad cuando pensamos el QUEÑUA elegimos un estatuto que pudiera permitirnos trabajar en las mas diversas áreas y desde lo cultural, deportivo, psicosocial, todos los componentes, pero obviamente esto no es inviable realizarlo en pocos años, es necesario viviendo objetivos mas concretos. En estos m omentos los objetivos tienen que ver con que hemos pasado de la etapa de crear una identidad y un curriculum institucional validado y reconocido por la gente, por los mismos actores comunitarios hasta comenzar a definir lo que queremos hacer, creo que aun nos falta sentarnos en una mesa redonda y comenzar a dialogar estos posibles escenarios que son variados. Y una de las cosas que nosotros hemos comenzado a trabajar es el desarrollo de acciones hacia los niños y jóvenes, focalizando nuestro quehacer también en juventudes, por ejemplo, de sectores más entre “vulnerados”, vulnerables dice, yo creo que han sido vulnerados. Hemos ejecutado proyectos, pensando que el estado pueda financiar algunas de las propuestas, estamos también por la autogestión, pero es difícil mantener la autogestión, no imposible, pero aun nos falta, vivimos de realidades así que ahí estamos en ese proceso, que se va ir perfilando el que hacer poquito a poco. Para nosotros esta mezcla de trabajo psicosocial y trabajo cultural ha sido un gran aporte a los grupos con los cuales estamos trabajando.
La postura del QUEÑUA es…
Reconstruir la esperanza.
Tiene que ver con una postura de vida, una postura desde el trabajo comunitario con la gente. Una adhesión con la gente más vulnerada, es ahí donde no llegan los beneficios de este sistema o si llegan parcializados o sin dignidad. Nuestra postura es que lleguen con dignidad. Y nuestra lucha es que lleguen porque se lo merecen, porque es un derecho, y ahí nosotros somos un instrumento.
La postura es democrática, en la cual se integren todos y todas. Nosotros podemos tener una mirada política social, pero no una mirada impuesta, es una mirada de respeto aunque tengamos diferencias.
También es una postura centrada en la diversidad, en el ser humano, en la diversidad de los colores y las opciones, también eso es valido. Es una mirada ecológica donde el ser humano está en el centro.
No esta el poder jerárquico que invisibiliza al otro. Hay una relación horizontal donde hay compromisos y responsabilidades compartidas. Quizás por eso la educación popular nos llama y se ajusta a esta forma, a esta propuesta QUEÑUA.